Hubo un tiempo en que lo teníamos todo…

Pero corrimos tan rápido, que dejamos de observar a nuestro alrededor, estábamos tan ocupados persiguiendo el futuro, que se nos olvidó habitar el presente.

Entonces todo colapsó, la ciudad quedó en silencio y por primera vez, se escuchó una sola voz: La nuestra, gritando lo que nadie quiso decir a tiempo.

Fue ahí, donde solo permanecieron quienes se negaron a rendirse. No por fuerza, sino por resistencia, insistiendo incluso cuando todo dentro pedía rendición.

Entonces descubrieron que la batalla no era externa, si no contra una mente saturada y una ansiedad que ya no sabían distinguir de sí mismos.

Dicen que no fue el grito, ni la caída… Fue cuando dieron un EXHALE, que el mundo volvió a tener sentido.